Vivian Mazariegos Lima*
- Egresada de la séptima generación del Doctorado en Educación por la Universidad del Sur. Forma parte de la planilla docente en el área de inglés
INTRODUCCIÓN
Hablar de evaluación en la educación es tratar una temática compleja, es decir, el concepto por si solo es bastante general y tiene que atender a las variantes que conforman la educación, no sólo en los niveles básico, medio y superior, sino además evaluar la práctica, al docente, al proceso enseñanza aprendizaje, así como los resultados obtenidos por el alumno. Es por esto que, este ensayo tratará el tema de la evaluación en la educación inicial, niños menores de seis años; partiendo de la visión y análisis de María Silva Batatina en su ensayo “evaluación en la educación inicial como proceso constitutivo a la condición del niño”, quien nos adelanta que aunque el maestro en educación inicial comience a intrigarse y preocuparse por las inquietudes expresadas por los niños, surge la duda al concretar un resultado evaluativo que brinde respuesta a las áreas del desarrollo evolutivo de éste. (Silva Batatina, 2007)
Evaluar no es sólo la obtención de resultados cuantitativos, es también reflexionar sobre lo hecho y tomar referencias a futuro, es reforzar las debilidades encontradas y valorar lo aprendido. En este sentido, la evaluación inicial implica, pensar en un acto que tiene intencionalidad; la cual, como Silva argumenta, contribuye a mejorar los procesos de enseñanza- aprendizaje, proveer información y mediar entre los infantes para que vayan descubriendo su propio progreso personal buscando la manera de superar sus errores.
Para desglosar el tema de la evaluación en la educación inicial, se plantea la problemática a través de dos interrogantes. La primera cuestiona si la evaluación puede ser individualizada mencionada por Silva Batatina en su ensayo, y la segunda, si los objetivos de la educación inicial están claros para los docentes.
Es así que abordaré la evaluación de manera general, la evaluación en la educación inicial y la evaluación desde una nueva perspectiva personal, presentando una propuesta nueva y complementaria con miras de concientizar a los docentes sobre la importancia de la misma, así como la necesidad de conocerla, aplicarla y emplearla de manera adecuada tomando en cuenta los objetivos de la educación inicial además de las estrategias de evaluación aplicadas en este nivel.
1.-ANTECEDENTES DE LA EVALUACIÓN
La evaluación es un proceso dinámico, continuo y sistemático, enfocado hacia los cambios de las conductas y rendimientos, mediante el cual se verifican los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos. Ésta adquiere sentido en la medida que comprueba la eficacia y posibilita el mejoramiento de la acción docente, además de otras áreas sujetas a la evaluación.
La evaluación educacional, es a su vez, un proceso incorporado en el currículo que permite emitir un juicio sobre el desempeño de los estudiantes partiendo de la información obtenida, procesada, analizada y comparada con criterios previamente establecidos por el docente. La finalidad de ésta es mejorar el aprendizaje haciendo referencia a cada uno de sus actores .
Como se mencionó anteriormente, la evaluación es un proceso continuo en el que se identifican tres momentos, primero, la obtención de información, seguido de la valoración de esta información mediante la formulación de juicios y, finalmente, una toma de decisiones. Dichos momentos forman parte de todo el proceso de enseñanza- aprendizaje por lo que se pasa de uno a otro con facilidad, ocasionando perdida de apreciación e importancia de cada uno.
Sin embargo, este proceso es necesario en la formación de sujetos, pero también complementario en el proceso enseñanza-aprendizaje; por lo tanto, es tarea de todos los involucrados en la enseñanza emplearlo y analizarlo consiguiendo mejorar nuestra práctica educativa para así, tomar mejores decisiones basadas en la reflexión de nuestro contexto diario.
1.1 ANTECEDENTES EVALUACIÓN INICIAL
La educación es un derecho crucial para todo ser humano y un deber social, fundamentada en el respeto, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad para mejor desenvolvimiento dentro de una sociedad basada en los valores éticos, el trabajo y la participación activa. Es atribución y responsabilidad del ministerio de educación diseñar, desarrollar, supervisar y evaluar un currículo para el nivel preescolar, en forma análoga con lo que ocurre respecto al sistema educativo.
Lo anterior, se plasma en la Ley Orgánica de Educación apoyada en el artículo 107 del título V. Se hace extensiva la competencia del Ministerio de Educación a todo lo referido al sistema educativo. La educación preescolar en la ley arriba referida es definida como: fase previa al nivel de la educación básica, con el cual debe integrarse… (capítulo II, articulo 17); El resto del texto del mismo artículo detalla que asistirá y protegerá al niño en las experiencias socio-educativas propias de la edad, atenderá sus necesidades e intereses en las áreas de la actividad física , afectiva, de inteligencia, voluntad, moral, de ajuste social expresión de sus pensamientos y desarrollo de su creatividad, destrezas y habilidades básicas, además le ofrecerá como complemento del ambiente familiar, la asistencia pedagógica así como social que requiere para su desarrollo social.
La evaluación del desarrollo de los aprendizajes de los niños en el nivel inicial o preescolar, específicamente entre los tres y seis años, es vista como un proceso permanente de valorización cualitativa de sus potenciales y de los aprendizajes adquiridos; así como las condiciones que lo afectan, siendo éste un proceso individualizado.
En este sentido, la evaluación es el principal instrumento del educador para tomar las decisiones curriculares, puesto que suministrará información del proceso de desarrollo y aprendizaje de los niños. Con esto subrayamos el por qué debe ser fundamental en el proceso de socialización y enseñanza de los niños.
Para nosotros en este sentido, la evaluación en el nivel preescolar se corresponde con el modelo logístico porque coincide con los planteamientos de los métodos que en este modelo se basan, destacándose los siguientes aspectos: el objetivo, los instrumentos y la acción educativa.
Como primer punto: el objetivo, es la descripción y la interpretación, tomando como referencia los contextos en que se desarrollan los programas o aspectos a evaluar, además no basta sólo con brindar atención a los resultados obtenidos, sino que se debe considerar aquellos objetivos no alcanzados en adición con las dificultades surgidas. Es decir, se atiende tanto a los factores internos como a los externos.
En segundo término, los instrumentos empleados deben estar acordes con la edad y las habilidades desarrolladas y en desarrollo de los niños, entre las cuales destacan la observación, entrevista y el dialogo.
Por último, la acción educativa en preescolar no puede estar dirigida a lograr objetivos de tipo formal o académico, sino a desarrollar las capacidades del niño y potencializar las ya adquiridas. En este sentido, la valoración será cualitativa más que cuantitativa.
1.2 OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN INICIAL
Parte importante del desarrollo de la evaluación en la educación inicial es, conocer y tomar en cuenta los objetivos que fueron planeados para este nivel educativo. A continuación, enlisto los objetivos como parte necesaria para llevar a cabo el análisis y la propuesta de evaluación diseñada para este nivel.
1.- Propiciar experiencias de aprendizaje que permitan a los niños y niñas, fortalecer sus potencialidades para desarrollo pleno y armónico para que sean autónomos(as), creativos(as), dignos(as), capaces construir conocimientos, de comunicarse, participar en su entorno libre y creativamente, cooperar y convivir con tolerancia y respeto por los demás.
2. Favorecer el desarrollo de la identidad de niñas y niños en respeto a su dignidad y sus diferencias individuales, sociales, económicas, culturales, lingüísticas y religiosas.
3. Brindar atención integral a una mayor cantidad de niños y niñas, contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida de éstos y sus familias.
4. Propiciar oportunidades y condiciones para la integración a la Educación Inicial a los niños y niñas en situación de riesgo y con necesidades especiales.
5. Promover la creación, ampliación y consolidación de redes de atención integral infantil entre los distintos servicios y organizaciones de las comunidades.
6. Promover el desarrollo pleno de las potencialidades de la niña y el niño, para que puedan encarar con éxito la escolarización de la Educación Básica.
Fortalecer a las familias, los adultos significativos y a las comunidades en su formación para mediar en el desarrollo infantil, así como en su participación en la acción educativa dentro de un proceso de corresponsabilidad entre la familia, la sociedad y el individuo.
2.- LA EVALUACIÓN EN LA EDUCACIÓN INICIAL SEGÚN SILVA BATATINA
Sin duda la evaluación es un elemento constitutivo de la persona, en este caso, del niño que atiende a fines o metas acorde con las necesidades e intereses de los sujetos como manera de corregir, consolidar o modificar sus acciones.(Silva Batatina, 2000)
El maestro en este contexto se obliga a proporcionar el ambiente adecuado de confianza, y participación, en el cual las experiencias de evaluación se presenten de manera fluida; atendiendo la biodiversidad presente a cada momento.
Silva plantea la evaluación como una acción de curso y proceso simultaneo a toda acción orientada a un propósito o un fin, como ejercicio de rectificación o de énfasis en el curso de una actuación, bien para no repetirla o para mejorarla. Además la refiere a objetivos específicos o logro de un producto, subordinada en concepto, método y técnica al alcance de la manera más eficiente y eficaz de ese propósito.
Incuestionablemente, la propuesta de aplicar la evaluación como ejercicio de rectificación, nos ayuda a entender el proceso de evaluación como un proceso consiente en la búsqueda de reorientar fines establecidos en cada situación de aprendizaje.
Como acción pedagógica, afirma que reivindica la dignidad del sujeto en cuanto abre las oportunidades de realización y participación real de cada niño, considerando su particularidad como individuo, contexto, relación grupal, afianzando la negociación como acto interactivo que promueve el intercambio, los debates y los acuerdos.
Con lo anterior se infiere que la autora Silva Batatina, ve la evaluación como la oportunidad de ambos niños y maestros, de enfrentarse con la rutina diaria en forma consciente y controlada con miras a reforzar puntos débiles, eliminar situaciones adversas y mejorar prácticas exitosas del aula.
Agregando a lo ya expuesto, Silva Batatina en Evaluación en la educación inicial como proceso constitutivo a la condición del niño, suscribe la importancia de los resultados obtenidos, que tanto el proceso de enseñanza como el de evaluación vayan apareadas en el nivel Pre-Escolar, considerando al niño como el centro de la acción. Esto no se manifiesta cuando el maestro concibe la evaluación aparte del proceso de enseñanza empleándola como medio únicamente de proporcionar una letra o número que cuantifique lo sucedido en el aula y no como un proceso reflexivo y de análisis de esta práctica.
Lo manifiesto nos confirma que la evaluación en el nivel inicial de la enseñanza deberá sustentarse en un enfoque integrado y globalizado, con el uso preponderante de la función explorativa, diagnóstica y formativa. Por lo que comprendo, que deberá valerse de diferentes herramientas que abarquen de manera holística el proceso de la evaluación.
La educación inicial es, por tanto, un proceso vivo el cual se expresa cotidianamente en el contexto del centro y del aula. La contribución de esta etapa al desarrollo físico, intelectual, afectivo, social y moral de los niños debe reflejarse en una evaluación que señale el grado evolutivo en las diferentes capacidades y se acuerden de las decisiones de refuerzo o adaptaciones curriculares necesarias (García, 1993).
Para Silva, el docente deberá planificar y contextualizar la evaluación acorde con los principios fundamentales de la misma: continua, integral y cooperativa. Es decir, continua cada vez que se atienda al seguimiento en la evaluación y madurez individual y social del niño y de respuesta a su grupo. Integral cuando se vincula la evaluación al proceso de aprendizaje, como proceso fusionado al acto de enseñar, donde se propone conocer al niño en su integralidad corpórea a través de una atención consciente, diferenciada y reflexiva por parte del docente. Y finalmente el principio de cooperatividad que acciona otros agentes del proceso de aprendizaje como la autoevaluación, la cual implica evaluarnos nosotros mismos; la coevaluación, realizada mediante un trabajo recíproco en conjunto en el grupo; y la heteroevaluación que, de igual manera, es recíproca pero entre grupos diferentes . Todos estos procesos bastante conocidos y bastante utilizados en las aulas como medios de evaluación.
2.1 PROPUESTA EVALUACIÓN INICIAL
Como se puntualizó anteriormente, la evaluación inicial debe estar basada en el desarrollo y potencialización de las competencias de los niños menores de seis años. Es entonces necesario, primero, que nos formemos todos los implicados en esta problemática una nueva cultura de la infancia donde se brinde educación temprana a todos los niños tomando como base los derechos de los niños. Segundo, crear los ambientes educativos necesarios que permitan el desarrollo, crecimiento afectivo y psicomotriz de los niños estimulando y al mismo tiempo, potenciando sus capacidades.
Tercero, en esta búsqueda de herramientas de evaluación es necesario apoyarnos de estrategias de evaluación ya conocidas y útiles como el registro anecdótico, el registro descriptivo, la escala de estimación y el registro acumulativo. A continuación las describiré a groso modo.
El primero consta de relatos que describen en forma anecdótica una situación significativa en el desarrollo del niño. Este tipo de información guardada a detalle permite el análisis posterior de conductas y desempeño escolar de los niños.
Otra herramienta utilizada es el registro descriptivo, la cual señala la actuación del niño y la niña en el desarrollo de las actividades. El maestro decide anticipadamente lo que desea observar, en qué momento y dónde, para obtener información relevante. Esta información se vacía en una hoja de observación, cuaderno, carpeta o ficha destinada para tal fin.
Una tercera opción de evaluación a nivel preescolar es la conocida como escala de estimación, ésta es un registro de las observaciones realizadas por los maestros, en el cual se valoran las distintas grabaciones de donde se puede encontrar un rasgo específico a observar.
Una cuarta herramienta es la ficha de registro acumulativo, esta ficha está integrada por varios documentos personales de cada niño. Por ejemplo, el diagnóstico inicial, las evaluaciones formativas o de proceso presentadas en las boletas y el informe final. Aunado a los documentos anteriores se anexa la ficha de inscripción, datos prenatales, postnatales, diagnósticos sucesivos y la información recabada en entrevistas realizadas a los padres.
Un factor mas que debe tomarse en cuenta es el que menciona Tonucci (1993) en ¿enseñar o aprender?, es importante que los niños y los padres se vean implicados en las diversas fases de la evaluación, para poder participar activamente en las rectificaciones necesarias y sobre todo para tener conocimiento del área que se está trabajando. Lo anterior evoca que la familia debe comprometerse con el proceso de evaluación y asertivamente, que incluir a los padres hará la diferencia en la toma de decisiones a la que nos dirige el proceso final de la evaluación.
CONCLUSIÓN
Después de haber leído y analizado el ensayo de María Silva Batatina sobre la evaluación en la educación inicial, considero existen diversas cuestiones dignas de contemplar en el proceso de evaluación. De ahí que mis sugerencias parten primero, de la idea de vincular más a la familia como agente educador y socializador, dando pie a la reflexión y comprensión del rol en el desarrollo de la infancia.
La familia es el aparato mediador y activo entre el individuo y la sociedad, además de ser pieza clave en el desarrollo de los niños, su adecuada intervención, favorece los resultados.
Una de las preguntas planteadas como problemática en el presente ensayo fue saber si la evaluación puede ser personalizada; ante lo cual la respuesta es compleja, es decir, se necesitan considerar diferentes factores personales o tratados de manera de individual, pero las herramientas de evaluación aplicadas serán las mismas. La diferencia radicará en la forma de plasmar la evaluación cualitativa más que cuantitativa entendiéndose la diversidad de capacidades, estilos de aprendizaje y actitudes de cada uno de los niños.
Rescatando la segunda interrogante planteada, si los objetivos de la evaluación inicial en la enseñanza son claros para el docente, afirmo que desarrollar y potencializar las capacidades de los infantes al máximo es una de las metas a alcanzar, ayudarles a integrarse a la sociedad es otra de las razones de la evaluación además de mejorar los procesos, es decir, en teoría sí existen claramente los objetivos establecidos; aunque desafortunadamente en la práctica las cosas se presentan de forma diferente. A título personal sugiero que el punto clave para cambiar la práctica será interpretar correctamente los objetivos de la educación inicial, reflexionar sobre ellos para transportarlos a las aulas, además de involucrar más a los padres de familia en esta difícil e importante labor educativa.
La propuesta de evaluación presentada en este ensayo es, sin duda, complementaria a la realizada por Silva Batatina en su ensayo Evaluación en la educación inicial como proceso constitutivo a la condición del niño.
La base de esta nueva propuesta es agregar a la evaluación inicial las herramientas antes mencionadas, como el registro descriptivo, la escala de estimación y el registro acumulativo, todas ellas ya expuestas en el desarrollo de esta temática.
Finalmente, es necesario comprometerse con el verdadero sentido de la educación inicial, formar sujetos independientes, sociales, con valores, reflexivos y útiles a la sociedad. Integrados a la educación y dispuestos a potencializar sus capacidades al máximo en el siguiente nivel educativo que les espera.
FUENTE DE INVESTIGACIÓN
GARCIA DENIZ, José Antonio, (1993):”Orden Evaluación en Educación Infantil” Boletín. Consejero de Educación, Cultura y Deportes Santa Cruz de Tenerife, España. Abril13, XI/043.
SILVA BATATINA, María (2000): la evaluación de la persona y sus aprendizajes. En A. ESTÉ (comp). La cosecha del tebas, pp.23-48. Caracas: Centro de Investigaciones Educativas Tebas. Universidad Central de Venezuela.
SILVA BATATINA, María (2007): evaluación en la educación inicial como proceso constitutivo a la condición del niño. En revista iberoamericana de Educación, n°44 25 octubre 2007, organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la ciencia y la cultura.
TONUCCI, Francesco, (1993) ¿Enseñar o aprender? Caracas: cooperativa de Laboratorio Educativo.
ZABALZA, Miguel (2003): Evaluación como apoyo a Proposiciones de Educación de Calidad. International journal of early childhood, vol.35, n°1, pp.20-59. ( documento en línea) http://omep.vrserver2.cl/cgibin/procesa.pl?plantilla=/esp_global_display.html
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